Óscar Leiva, docente a cargo de las actividades de acuicultura en el Liceo Carmen Rodríguez, comenta que “los alumnos se dan cuenta que lo que aprendieron no lo van a encontrar en internet, que es un conocimiento valioso, de primera fuente, donde han sido apoyados por expertos. Fue una gran experiencia para ellos trabajar en un laboratorio de microalgas y eso se evidenció en su compromiso con todas las actividades de este proyecto. Vemos también un gran entusiasmo por realizar sus prácticas profesionales, lo que no ocurría en años anteriores”. 

La validación de este modelo socio-productivo, que vincula al centro tecnológico productor de larvas, con un establecimiento educacional técnico en la etapa post larval y luego a los acuicultores de pequeña escala como receptores de las semillas, permite proyectar la formación de una cooperativa escolar que mantenga esta colaboración. Así lo confirma el profesor Óscar Leiva: “Estamos formando la cooperativa, considerando las ideas de los estudiantes desde los estatutos y todo se ha redactado de acuerdo a su visión de futuro. Para el próximo año planificamos la iniciación de actividades y unidades de negocios que van más allá de lo acuícola, como deportes náuticos, aprovechando la cercanía con el mar”. 

Los profesionales del CAT sostienen que “se trata de un modelo que puede ser replicado en otras comunidades, tanto de Chile como de otros países, atendiendo a su triple impacto: capacitar a estudiantes vulnerables, contribuir a la actividad económica de la localidad y a la producción sostenible de recursos, amigables con el medio ambiente”. 

 

FUENTE: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2020/12/10/proyecto-de-innovacion-social-en-tongoy-gana-premio-internacional/

Atrás